A mi hermano Rafael que me facilitó la documentación.
Elena Martín Vivaldi, profesora de Latín en Osuna Con fecha 30 de
abril de 1926 se expidió certificado de sus notas para la Escuela N. Maestros
Granada (sic). Después de terminar Magisterio, Elena, una de las grandes poetas de la Literatura Universal, obtuvo el título de
Licenciada en Letras (Sección de Lenguas) en 1938. Comenzó a trabajar como
profesora sin sueldo en el Instituto “Ángel Ganivet” hasta la muerte de su
padre en 1939.
La figura del profesor meritorio
era corriente en los institutos españoles: el dramaturgo José Martín Recuerda, importante dramaturgo granadino, estuvo como “meritorio” en el instituto “Padre Suárez” de Granada durante diez
años (1949 – 1959).
Luego en 1940 las gestiones de su hermano Victoriano , que había conseguido la cátedra de Física y Química del Instituto de Osuna en 1940 y a la que no se incorporó, llevaron a Elena Martín Vivaldi al Instituto “Rodríguez Marín” de la mencionada ciudad.
La Directora del mismo y don José Manuel Ramírez Olid, gracias a la mediación de don Rafael Martín Martín, Director de la Alta Inspección del Estado en Sevilla, me han facilitado el acta de toma de posesión de Doña Elena Martín Vivaldi como “Encargada interina de curso de Latín” con un sueldo anual de seis mil pesetas. Doña Elena debió acreditar el pago de los derechos para la obtención del título y la hoja de cumplimiento del “Servicio Social”.
El documento, registrado en el Libro de Actas de tomas de posesión de
los catedráticos y profesores encargados de curso (1939– 1956) folio 30 vuelto,
contiene tres firmas: la del Secretario, Vicente Fernández, la de la profesora
posesionada Elena M. Vivaldi ( que admitiría un análisis grafológico de su
estado de ánimo) y la del Director, el joven catedrático de Historia Don
Francisco Olid Maysounave –una de las grandes figuras de la docencia, del
estilo y de la dignidad– y que aún seguía dirigiendo el “Rodríguez Marín”
cuando tuve la suerte, durante los años sesenta, de cursar el bachillerato en la citada ciudad de Osuna.
La incorporación al
Instituto “Ángel Ganivet”, durante el curso 41–42, firmada por Don Juan M.
Gallego Burín, secretario accidental del mismo, de su hermano Don
Victoriano Martín Vivaldi, Catedrático de Física y Química (turno restringido) motivó la salida del instituto de Osuna de Elena.
En este segundo documento la “posesionada” cambia algo la firma que parece adquiere una mayor fuerza. Don José Machuca Lasarte, Catedrático de Ciencias Naturales, a quien tanto estimé, da el visto bueno en su calidad de Director del centro, avalando la firma del Secretario Vicente Fernández.
Durante dos años, pues, Osuna arropó a la poeta en soledad y viento. Doña Elena –serenamente triste– subía, ascendía casi, por la cuesta del casino hasta el instituto, situado en una pequeña colina que domina la ciudad, dejaba a la derecha la Colegiata que custodia el pasado glorioso del Ducado y llegaba a las puertas de la que fue Universidad en el siglo XVI y de la que habla Cervantes en "El Quijote". Luego, orillada en el espacio y en el tiempo, impartía sus clases de latín y leía los libros de la antigua Universidad que el tiempo había permitido que llegaran a sus manos. Callada, su alma se alimentaba en una conversación eterna con el espíritu de los que ya no volverían. Fuera el viento mordía las afiladas y delgadas torres del instituto, lápices dibujando azules en la tarde. Mientras bajaba la “escalera de luna”, el viento, siempre el viento, se iba cubriendo de soledad y noche. Posiblemente una oración…En Osuna siempre reza el viento.
Granada, 15 de diciembre de 2013
Jacinto S. Martín
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