MALLETE, deriva del francés maillet ´mazo´ y este del latín malleus ´mano de mortero, mano de almirez, maza para majar´.
Según la simbología masónica, el mallete es el símbolo de la inteligencia que actúa y persevera, dirige el pensamiento y anima la meditación de aquel que, en el silencio de su conciencia, busca la verdad. El mallete figura también la voluntad ejecutora: es la insignia del mando que esgrime la mano derecha. Es el símbolo de la autoridad del maestro en las tenidas masónicas.
En la mitología nórdica, el mallo está relacionado con el martillo y es el arma de Thor, el dios de las tormentas. En la mitología japonesa, el mazo o mallo es el instrumento mágico con el que el dios de la felicidad y de la riqueza, Daikoku, hace surgir el oro.
Por extensión, el mallete representa el signo de autoridad, el poder, el mando, la constancia del trabajo continuado, de la voluntad ejecutora, sobre unas tierras de las que depende su vida y la de su familia. José Manuel Camacho Cintado en su libro “Lenguaje popular de Arahal” lo define como ´propietario agrícola de mediana entidad´.
El premio Nobel Camilo José Cela, pregonero de la fiesta del verdeo en Arahal, insistió en su derivación de la palabra mallo, sinónimo de martillo, como instrumento usado en el trabajo del campo. El que usa el mallo en su trabajo es, en consecuencia, el mallete.
En ciertas
sociedades, el martillo ritualmente forjado es eficaz contra el mal, contra los
adversarios o los ladrones. Cumple un papel de protección activa y mágica.
Recuérdese el mazo o mallete usado por jueces y magistrados para imponer su
autoridad, su poder, su mando. Se llama mazo o mallete y su función es llamar
la atención. Fue introducido por primera vez en 1789 por el presidente de los
EE.UU., John Adams, para llamar al orden en el Senado.
Granada,
octubre de 2018
Jacinto S.
Martín
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