SEIS POEMAS GALEGOS DE FEDERICO GARCÍA LORCA - 3
2. ROMAXE DE NOSA SEÑORA DA BARCA ROMERÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LA BARCA
¡Ay ruada, ruada,
ruada Ay ruada,
ruada, ruada
da Virxen pequeña de
la Virgen pequeña
e a súa barca! (dormida)
en su barca
A Virxen era pequena La
Virgen era pequeña
e a súa coroa de
prata. y su corona de plata.
Marelos os catro bois
Marelos
los cuatro bueyes
que no seu carro a levaban. que
en su carro la llevaban.
Pombas de vidro traguían
Palomas de vidrio traían
A choiva pol-a montana la lluvia por la montaña.
Mortas e mortos de néboa Muertas y
muertos de niebla
Pol-as congostras chegaban.
por los caminos llegaban.
¡Virxen, deixa a túa
cariña
¡Virgen, deja tu dulzura
Nos doces ollos das vacas
en los ojos de las vacas
e leva sobr’o teu
manto
y lleva sobre tu manto
As frores da
amortallada!
las flores de amortajada!
Pol-a testa de Galicia
Por el frente de Galicia
xa ven salaiando a i-alba.
vienen sollozando al alba.
A Virxen mira para o mar
La Virgen mira hacia el mar
Dend’a porta da súa casa
desde el portal de su casa.
¡Ay ruada, ruada,
ruada, ¡Ay
ruada, ruada, ruada
da Virxen pequeña de la Virgen pequeña
e a súa barca! (dormida)
en su barca!
Ruada. Paseo por las calles en procesión. De ruar. Andar por
las calles. El diccionario de la RAE incorpora la entrada rúa con tilde por ser un hiato en español.
Marelo. Color amarillo. Llámase así al buey o a la vaca cuyo
pelaje tiene ese color.
El ‘Romaxe de nosa señora da barca’ es un
poema encuadrado por el estribillo de apertura y cierre, construido con un
primer verso heptasílabo y dos pentasílabos, más cuatro estrofas de versos
octosílabos que riman en asonante los versos pares.
Congostra. Camino
angosto de carro. Corredoira (sinónimo).
Doce. Dulce. Testa. Cabeza, frente. Estrofa
tercera. El primer verso de la estrofa tercera hemos preferido cerrarlo con la
palabra dulzura que aparece en el segundo verso para referirse a los ‘dulces
ojos de los bueyes’. Se produce así una hipálage por aplicar al sustantivo
‘cariña’ el adjetivo ‘dulces’ que corresponde a ‘bueyes’. Se facilita de este
modo el verso de ocho y se incorpora el desaparecido adjetivo que rompería el
segundo verso octosílabo al traducirlo al español.
3. CANTIGA DO NENO DA TENDA CANTIGA DEL NIÑO DE LA TIENDA
A Ernesto Pérez Guerra
Bos Aires ten una
gaita Buenos Aires, una gaita
sobre do Río da Prata
sobre
el Río de la Plata,
que a toca o vento do
norde que
toca el viento del norte
coa súa gris boca
mollada. con
su gris boca mojada.
¡Triste Ramón de Sismundi!
¡Triste Ramón de Sismundi!
Aló, na rúa Esmeralda, Allá
en la calle Esmeralda.
basoira que te
basoira estaba
limpia que limpia
polvo d’ estantes e caixas polvo
de estantes y cajas.
Ao longo das rúas
infindas Por
las calles infinitas
os galegos paseiaban
los gallegos paseaban
soñando un val imposible
soñando
un valle imposible
na verde riba da
pampa.
a la orilla de la pampa.
¡Triste Ramón de Sismundi! ¡Triste
Ramón de Sismundi!
Sinteu a muiñeira
d’agoa Sintió
muñeiras del agua
mentras sete bois de
lúa y
siete bueyes de luna
pacían na su lembranza. pacían
en su lembranza.
Foise para veira do río, Se
fue a la orilla del río,
veira do Río da Prata. orilla del Río de Plata.
Sauces e cabalos mudos Sauces
y caballos mudos
creban o vidro das aguas quiebran
el cristal del agua.
Non atopou o xemido
No se halló con el gemido
malencónico da gaita nostálgico
de la gaita,
non víu o inmenso
gaiteiro no vio al inmenso gaitero
coa boca frolida
d’alas; con
florida boca de alas;
triste Ramón de Sismundi, triste
Ramón de Sismundi,
veira do Río da Prata, junto al Río de la Plata,
víu na tarde amortecida vio
en la tarde amortecida
bermello muro de
lama. un
rojo muro de lama.
Cantiga. Antigua composición
poética destinada al canto. Federico la construye con 28 versos octosílabos con
rima asonante en los versos pares, dejando los versos impares sueltos. Triste
Ramón de Sismundi actúa como ritornello, prestándole a la cantiga unidad.
Lembranza. Recuerdo, memoria. Aunque existe en
español el término culto remembranza, como sinónimo de memoria, hemos preferido
mantener la forma galega lembranza.
Lama. Cieno, barro, fango. Existe la forma
española lama, definida como ‘Cieno blando, de color oscuro, que se halla en el
fondo del mar, de los ríos o de los estanques’.
Símbolos: La presencia de los
sauces, el número siete y los caballos mudos hacen alusión a la muerte,
confirmada con el rojo muro de lama y la tarde amortecida. El sauce en el mundo
occidental representa la muerte. En la Rusia occidental se dice que ‘quien
planta un sauce prepara la azada para su tumba’. El caballo, asociado a las
tinieblas, simboliza la muerte. Es un psicopompo (de psiche ´alma´ y pompós ´el
que guía o conduce) que lleva el alma al más allá. En la Ilíada, Aquiles
sacrifica cuatro yeguas sobre la hoguera funeraria para que lleven el alma de
su amigo Patroclo al reino del Hades.
Federico utiliza el símbolo del caballo en varios
poemas. Entre ellos en ‘La canción de jinete’: Caballito negro donde llevas tu
jinete muerto. En Beltir, pueblo de Siberia, se sacrifica el caballo del héroe
cuando este muere para que lo conduzca al más allá.
El siete es el número del
acabamiento cíclico y de su renovación. A menudo se piensa que el alma de los
muertos queda cerca de la tumba siete días. El siete es el número de los
estados espirituales jerarquizado que permiten el paso de la tierra al cielo.
Los caballos de la muerte o
presagio de la muerte abundan desde la antigüedad griega a la Edad Media, y se
extienden a todo el folklore europeo.
A la cantiga 'Ramón de Sismundi', el mismo Celso Emilio Ferreiro, uno de los grandes poetas de la literatura en lengua gallega, se atreve a dar su propia versión en estos versos del 'autorizante ' Federico:
Basoira que te basoira, Limpia que limpia,
na dura roda do tempo, en la dura rueda del tiempo,
Galicia, probe e borrosa, Galicia, pobre y borrosa,
xa non che turba o silencio que ya no turba el silencio.
Granada, 16 de mayo del año 2021
Jacinto S. Martín
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